Caminos que nos unen

En la mayor parte de las ciudades de nuestro país, la nomenclatura, señalización y cultura vial, hasta hoy, han quedado rebasadas por el número de vehículos y la frecuencia con la que se circula en nuestras vialidades. Esto, aunque sin duda resulta ser un inconveniente para cada uno de nosotros como habitantes, es por otro lado un indicador del crecimiento de nuestra ciudad. Lo malo no resulta ser el crecimiento, lo malo es el no generar estrategias viables que nos permitan, si bien seguir creciendo, hacerlo de manera ordenada, sin que esto signifique riesgo, tiempo perdido o descontento para nuestra gente.

El tema de urbanidad y vialidad es sin duda una de las competencias de los gobiernos municipales que más exige la ciudadanía. Es precisamente ese grado de importancia lo que ha colocado a este tema como prioridad en mi agenda; incluso desde antes de tomar posesión en esta gran encomienda de gobernar Delicias. Tal ha sido el caso que en mi oferta de gobierno me comprometí a brindar a nuestras calles atención precisa mediante un estudios profesionales de ingeniería vial, cuyos resultados nos permitan tomar cada vez mejores decisiones respecto a las adecuaciones necesarias en vialidades, incluyendo pavimentación, rehabilitación, señalamiento y semaforización.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la pavimentación y rehabilitación de calles son temas de alto impacto dentro de las administraciones gubernamentales, sobre todo las municipales. Su peso deriva de la afectación directa que el deterioro y poca atención que se les dé genera en la calidad de vida de los ciudadanos y por ende en el desarrollo de nuestras localidades.

El impacto positivo de tener nuestra vialidad en buen estado se ve reflejado en muchos otros aspectos tales como:

  • La seguridad vial, al momento que el mal estado de las calles, con baches, grietas o desgaste excesivo, pueden generar accidentes de tráfico, tanto para vehículos como para peatones.

  • El desarrollo económico, al momento de que las calles en buen estado son un atractivo para la inversión tanto de empresas como de turistas. Una infraestructura vial adecuada favorece el acceso a comercios y negocios, promoviendo el crecimiento económico del municipio.

  • Valorización de la propiedad: La pavimentación y rehabilitación de calles mejoran el entorno urbano, lo que conlleva un aumento en el valor de las propiedades y un mayor interés de los compradores en la zona.

  • Mejora de la movilidad: Un sistema de calles en buen estado permite una circulación más fluida del tráfico, facilitando el desplazamiento de vehículos y reduciendo los tiempos de viaje.

Sabiendo esto es que, en Delicias, seguimos con el firme compromiso de seguir rehabilitando nuestras vialidades con programas como “Caminos que nos unen”; con el cual hemos cubierto más de 30 kilómetros lineales en conjunto con la Secretaría de Obras Públicas. Y de igual manera, estos últimos días hemos arrancado obras de pavimentación como la Prolongación de la Av. Fernando Baeza, una obra muy esperada por los delicienses.

En lo que a mí toca, ahora y siempre seguiré enfocado en llevar a cabo acciones concretas que son vitales para el bienestar y desarrollo de la comunidad de Delicias y que sin duda están contribuyendo para que tengamos una ciudad más segura, eficiente, atractiva y próspera.

Anterior
Anterior

Ciudades armoniosas y sostenibles

Siguiente
Siguiente

Más que un objetivo, es nuestro deber