Ciudades armoniosas y sostenibles

Cuando hablamos de cuidar el medio ambiente, la mayor parte de las veces vienen a nuestra mente estrategias que tienen que ver con la adecuada utilización de recursos naturales, el reciclaje, la recolección de basura y limpieza de nuestros espacios, la regularización para la emisión de gases por industrias y automóviles. Es decir, pensamos en lo que vemos y en lo que respiramos pero rara vez pensamos en lo que escuchamos que, aunque no lo parezca, el ruido también genera contaminación.

A pesar de que no le demos tanta importancia, la contaminación acústica o sonora es un problema que afecta a muchos municipios en México. Sin el afán de parecer fatalista la verdad es que al igual que los otros tipos de contaminación, ésta tiene diversas implicaciones negativas para la salud y el bienestar; tanto de las personas, como del medio ambiente.

Especialistas como Eulalia Peris de la Agencia Europea de Medio Ambiente detalla que, dentro de las ciudades, cada vez se presentan más problemas derivados de la falta de atención a este tipo de contaminación.

Para las personas, una de las implicaciones más significativas tiene que ver con la salud. “La exposición prolongada a niveles elevados de ruido puede… provocar estrés crónico, problemas de sueño, fatiga, dolores de cabeza, trastornos cardiovasculares y auditivos… [y] …afectar la concentración, el rendimiento académico y laboral y la calidad de vida en general” (AEMA, 2020). Ligado a la salud se presentan también efectos psicológicos. En lugares donde el ruido es constante, la contaminación acústica puede generar ansiedad e irritabilidad en las personas.

Por otro lado, en nuestras ciudades, al igual que otros tipos de contaminación, el impacto negativo puede reflejarse en rubros como el desarrollo económico. En los municipios donde el turismo es una fuente importante de ingresos, la contaminación acústica puede disuadir a los turistas y afectar la industria del turismo en general. Los visitantes buscan lugares tranquilos y agradables, y la presencia de ruido excesivo puede afectar negativamente la experiencia de los turistas y, en última instancia, disminuir los ingresos para la comunidad local.

Enfrentar la contaminación acústica implica la implementación de políticas y medidas adecuadas, como la planificación urbana consciente del ruido y el fomento de hábitos más responsables respecto al ruido. Como gobiernos, al mismo tiempo que generamos políticas públicas que nos brinden soluciones para la limpieza de nuestros espacios, debemos darnos a la tarea de impulsar estrategias que nos permitan disminuir el ruido en nuestras colonias.

En Delicias, atendiendo a las quejas recibidas, especialmente derivadas de los carros de sonido móviles, mejor conocidos como perifonistas, junto con nuestro jefe de Medio Ambiente, Juan Torrecillas, nos estamos abocando en regularizar dicha actividad en nuestra ciudad. Tratando de ser lo suficientemente flexibles para conseguir el máximo beneficio para ambos: el comercio local que hace uso de esta estrategia de mercadotecnia y el resto de los delicienses que quieren vivir en una ciudad tranquila.

Comenzaremos con la actualización de los permisos para perifoneo y seguiremos trabajando para hacer de Delicias una ciudad armoniosa y sostenible.

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